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Aproximación al metaverso: presente y futuro de una apuesta de valor

14 septiembre, 2022

A estas alturas podríamos decir que todo el mundo ha oído hablar del metaverso: mass media, blogs, redes sociales y todo el conglomerado informativo se han hecho eco del incipiente potencial de lo que se nos presenta como una realidad paralela, cercana a la que en realidad ya conocemos, pero que aún no hemos descubierto.

A pesar de que el nombre empieza a resonar, todavía es una incógnita cómo funciona o el valor añadido que puede tener el mundo virtual, tanto a nivel personal como de negocio. Estamos en plena era digital pero nos sigue sonando a ciencia ficción.

¿Es ya una realidad o debemos esperar unos cuantos años para que pase a formar parte de nuestro día a día? No se sabe a ciencia cierta pero se intuye que hay que estar preparados.

¿Qué es realmente el metaverso?

Saliéndonos de definiciones técnicas, el metaverso es un mundo virtual creado para poder interaccionar con él a varios niveles sensoriales. Mediante el uso de unas gafas o un casco de realidad virtual, podemos explorar espacios, relacionarnos con otras personas y emular actividades del mundo real.

En el pasado ya hubo algunos intentos, como el popular Second Life, lanzado en 2003 o Haboo Hotel, que nació incluso antes, en el año 2000. La base de estos universos virtuales era el formato videojuego, en el que el valor añadido era poder socializar a través de Internet y todavía se conserva en las nuevas propuestas de metaversos, pero con mucha más potencialidad debido a los nuevos avances y recursos del presente.

«Todavía es una incógnita cómo funciona o el valor añadido que puede tener el mundo virtual, tanto a nivel personal como de negocio. Estamos en plena era digital pero nos sigue sonando a ciencia ficción

¿Por qué ahora?

No hay un único porqué. Si tenemos tan presente el concepto es por un cruce de motivos, aunque uno de los principales es la apuesta de Facebook por desarrollar tecnología en este sentido. La compañía de Mark Zuckerberg ha llegado a cambiar incluso su nombre por ‘Meta’, lo que supone una declaración de intenciones en toda regla.

El auge de las criptomonedas, los NFT o incluso el trabajo en remoto han sido ingredientes muy importantes a la hora de impulsar las inversiones en este sentido.

Como toda propuesta de valor, no sabemos hasta qué punto se va a desarrollar y a integrar en nuestra sociedad, pero es bien sabido por todos que se ha sentado como un precedente ilusionante y polémico al mismo tiempo.

Lo que dicen sus detractores

El tema del metaverso es una de las mechas que se han prendido en determinados foros. ¿Por qué? Principalmente por todo lo que queda por definir:

  • Límites: las tecnologías, hasta ahora, están ‘poco’ desarrolladas. El mundo del videojuego ha hecho mucha incidencia, pero para usos más generalistas, todavía está muy verde.
  • Limitaciones: el hecho de que cualquier empresa o entidad pueda crear su propio metaverso supone un riesgo a nivel de establecer restricciones, incluso legales. ¿Será necesaria una policía o unos tribunales? ¿Qué es susceptible de ser delito en un entorno virtual? ¿Cuál puede ser el castigo ante el incumplimiento de una ley? Son cuestiones que resultan complejas de responder y que se pueden percibir como una mirada de reojo a la implantación de estas realidades paralelas.
  • Relaciones: si este debate ya comenzó con la popularización de las redes sociales, por el nivel de absorción a nivel de relaciones sociales, el metaverso es la guinda de la polémica. Un mal enfoque puede dar lugar a la pérdida de las interacciones con la realidad, con todo lo que ello supone para nuestra evolución personal y como sociedad.

La inclusión como tarea pendiente

Estamos ante la incipiencia de este nuevo mundo y es el momento de abordar temas que tenemos pendientes todavía en nuestra realidad física. La inclusión, tarea en curso para muchos ámbitos, también afecta al metaverso.

Hacer accesible e inclusivo el uso de esta tecnología nos permitirá integrar un porcentaje muy alto de la sociedad en este tipo de avances que, de llegar a establecerse, van a suponer el futuro de muchos ámbitos. Las compras, las reuniones, el trabajo o incluso los eventos culturales y las fiestas encontrarán su sitio en el metaverso y si no somos capaces de incluir al mayor número de personas en ello, habremos fracasado como profesionales y sociedad.

Crear estos nuevos mundos a través de diseños accesibles romperá las barreras desde el inicio, evitando esfuerzos futuros y ampliando el espectro de público y posibilidades para un correcto desarrollo y evolución.

También hay que tener en cuenta que a nivel físico y de hardware nos encontraremos con limitaciones. Los medios actuales para acceder al metaverso son muy limitantes, bien por sus características o bien por  su coste, lo que a día de hoy supone la principal barrera para avanzar en pro de la plena inclusión.

La experiencia de usuario en el metaverso

No es nada nuevo decir que la experiencia de usuario debe pivotar en cualquier diseño de producto, sea o no digital, y el metaverso no iba a ser menos. Dentro de él vamos a tener un campo gigantesco, por no decir infinito, de posibilidades a la hora de diseñar: todo lo que ya podíamos hacer en el mundo real, podremos replicarlo en el virtual, sumando nuevas características que son físicamente imposibles en nuestra realidad.

Autor
HR, Marketing & Communications

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